7.5.16

Má.



       Soñar es pisar arena salada un martes a las dos de la madrugada, bañada por mar y cielo a partes iguales. Entender en la noche el sentido de la muerte y olvidarlo a la mañana siguiente, para seguir soñando sin nada que pueda molestar.
        Hoy me he visto reflejada en un escaparate y ¿sabes qué?, soy tan parecida a tí que por un momento no supe quién era. Todo lo que había olvidado ha vuelto, te reconozco en mis mejores ideas. Intercambiamos el espacio, ahora tú vas dentro de mí, me reconfortas, haces que vuelva a casa. Aún me divierte pensar en tus cosas, pedirte imposibles o contarte cualquier tontería porque sí. Las visitas no son lo mío, ya lo sabes, pero es que estás tan aquí que no sé bien dónde ir a verte.

       La lucidez ha llegado un poco tarde, pero es tan exacta que lo demás sobra. Si esto es el amor, es todo lo que esperaba que fuera.

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